Tres años, miles de historias

Llegado el final se une la alegría con la melancolía, las ganas de verano con sesgos de desorientación, excesos de planificación, incertidumbre...
Pero el caso es que aquí quiero dejar mi pequeño homenaje en agradecimiento a lo mejor de estos tres años. Una vivencia compartida con otras tres personas.
En su tiempo no entendí una conversación sobre la amistad, que para que existiera había que hablar de otras cosas que no tienen nada que ver con lo que nos unió por primera vez. Ahora lo comparto. En nuestro caso eran los estudios, hasta que llegó el momento en que la amistad por fortuna creció y nos olvidábamos de ellos para ir más allá, compartir y unirnos por lazos más fuertes que harán que la amistad persista a pesar de que acabe esta etapa.

Es muy difícil plasmar en palabras tres años, ya que tenemos en común muchos momentos compartidos y anécdotas que quedarán en el recuerdo. Por eso esta selección de fotos, porque es sabido que “una imagen vale más que mil palabras”.

Podría parecer que no hemos hecho nada y tenemos hasta coreografía, teatro, natación, página web... ha habido de todo, llantinas, enfados, pequeñas discusiones, viaje, risas, más risas... Si alguien me preguntara ahora ¿Qué cambiarías de estos tres años? La respuesta es simple, NADA. Sin duda este último año ha sido con diferencia el mejor. Quizá no me fui de Erasmus (aunque yo siento que lo viví a través de los ojos de otras personas) ni aprendí idiomas, aunque si amplié mi léxico y mis expresiones, desde saludos alternativos (eh que passa!) hasta un phonoporto (aunque me sigo quedando con el telefonillo de toda la vida). Ha sido el mejor, porque el que he vivido ha sido estupendo. Nos hemos compenetrado hasta el punto de contestar al unísono a las preguntas, pensar las mismas palabras para el desarrollo de trabajos, vestirnos en las mismas tonalidades, pensar en los mismos colores... no necesitar palabras para entendernos... podemos decir que entre nosotras basta una mirada para decirlo todo.

Por todo ello, y por todo lo que no puedo expresar....

¡MUCHAS GRACIAS! Que sepan que marcaron mi corazón, instalándose silenciosamente en él para no desaparecer.

Y siguen llegando

"El año 2006 se ha convertido en el año de la inmigración irregular llegada a bordo de embarcaciones al archipiélago canario. En total, 10.965 inmigrantes sin papeles han llegado a las islas en pateras y cayucos en menos de seis meses...", así comienza hoy, una vez más, una de las noticias referente a nuestras islas.
Lejos de buscar verdaderas soluciones, se instalan patrulleras, radares, los partidos politicos se acusan unos a otros (Según el ministro de Trabajo, Jesús Caldera: "ahora llegan menos inmigrantes que con el Partido Popular") que importa el número, lo que importa es que son personas, personas que arriesgan su vida en un viaje, por un sueño, por esperanza...

Antes, la excusa para aceptar, para tolerar la situación era: "nuestros antepasados emigraron a Venenzuela y nos acogieron perfectamente". También habria mucho que decir aquí, pero no indagaré ahora. A mi la "excusa" nunca me gustó, no se debe tener un motivo, se debe de acoger a quien sea, de donde sea, por humanidad y por moralidad, por respeto a la vida y al derecho que todos tienen de disfrutarla y vivirla.

Ahora, supongo que cansados de la situacion se da paso a un miedo irracional de golpe de estado, de invasión, nos roban..., permitiéndonos el lujo de frivolizar con la situación. Esta parece la mejor forma de sobrellevar los problemas. Un ejemplo de ello: un correo electrónico que anda circulando en estos momentos con el nuevo escudo... sin palabras...

Sólo añado: "Un Hombre, cualquier hombre, vale más que una bandera, cualquier bandera" Luis Eduardo Chillida.

Queriendo estar ahi...

No tengo demasiado tiempo para escribir algo, así que seré breve para volver a estudiar.

Los días no están acompañando a mis ganas (no suele haber por norma general), los termómetros siguen subiendo y el verano reclama su protagonismo desesperadamente.

Con la esperanza del: ¡No queda nada! Mis playas siguen esperando a que mi toalla descanse en sus orillas.

¡Animo a todos! ¡A estudiar! Que dicen por ahí que el saber no ocupa lugar (pero si tiempo ;) ).

¿Qué futuro quieres?

Tumbada en el sillón para dejar de lado los apuntes que este momento odio, pues no son precisamente un chiste o una bonita historia que no te cansas de leer y leer. Vi el siguiente anuncio, que muchos conocerán, para el que no, aquí se los dejo para que lo vean.
Quizá no tenga una música o un eslogan pegadizo para oírselo todo el rato al compañero de clase (yo al menos, estoy hasta las narices del: ¿Qué tal muchacho? ¿Cómo estas mi niña? De la Caja de Canarias), pero su esencia y reflexión, a mí, me encanta. Es de la poca publicidad que no intenta vender, ni transmite los arquetipos ni estereotipos que estamos acostumbrados a ver diariamente en nuestras pantallas.
Los avances tecnológicos nos han aportado numerosos beneficios, nadie lo duda, más de lo que nuestros antepasados podrían soñar, pero... ¿a qué precio?
La energía renovable sería lo ideal, pero como en todo, la sociedad, y normalmente los que más poder tienen, son bastante hipócritas. Transporte público para dañar menos (¡y suben los precio del bono!) Placas solares (¡al alcance de todos!), acuerdos para controlar la emisión de gases (y EEUU, como no, el que “menos” contamina, se niega)... de momento mi única contribución, mi pequeño granito de arena, era reciclar, ¿qué cuesta? Separar latas, plásticos, papeles... Y al final me entero que no hay presupuesto y que acaba todo en el mismo vertedero. Encima que no es lo que se dice cómodo, acabas pensando: ¿Y para qué?
Así que sin saber bien que hacer, limitaré la lucha al consumo responsable de los recursos. Supongo que queda la esperanza de que a pesar de no haber encontrado en todo este tiempo una solución a los problemas medioambientales, pronto logremos equilibrar el avance respetando el medio. Aunque aún no esté muy claro por donde empezar. Pero como el famoso Tolkien escribió: “No toda la gente errante anda perdida”.

PD: El post está especialmente dedicado a otro de mis grandes amigos, que desde la distancia me ha enseñado a poner un vídeo. MUCHAS GRACIAS POR TODO ALEXIS.

TODO

No sabía con qué empezar un post, así que decidí compartir este poema (que no es mío; Bucay lo tomó prestado de alguien, y yo ahora hago lo mismo. Pues pienso que las palabras, las buenas palabras, son para compartirlas), y la preciosa foto del final, tomada por mi gran amigo ANIBAL desde los lares malagueños (gracias).

El poema dice así:

Todo lo que sabes
Todo lo que eres
Todo lo que haces
Todo lo que tienes
Todo lo que crees
TODO
Ha servido para llegar hasta aquí...
¿Cómo seguir?
¿Cómo hacer para ir más allá?
Quizás haya llegado el tiempo de usar
Todo lo que todavía no sabes
Todo lo que aún no eres
Todo lo que por ahora no haces
Todo lo que afortunadamente no tienes
Todo aquello en lo que aún no crees

Con este TODO acaba el post de hoy. La unión de todas las cosas que nos suceden (buenas y no tan buenas) que nos hacen germinar, crecer, madurar... Y así pasar de ser semilla a una bella rosa. Que aunque esté en su apogeo y parezca que no necesita nada más, siempre necesitará de cuidados, aire, nutrientes... para seguir viviendo. Y cuando comience a marchitarse, la rosa debe tener presente que dejó su esencia, su huella y su recuerdo allá donde vivió, aunque sea para quien la cuidó, la recibió o simplemente para quien despistado pasó por su lado, dejando su belleza impregnada en su retina.